El sacrificio y la dedicación rinden frutos

La delegación colombiana de fútbol de salón cuenta con una promesa, Leidy Yurley Calderón, una joven de 14 años que encontró en el deporte la oportunidad de conocer Medellín y de participar en los XXII Juegos Sudamericanos Escolares. La número 8 de la selección nacional conoció el fútbol porque es el único deporte que puede jugar en la cancha de su escuela. 

La deportista vive en la vereda Higuerones, del municipio de Molagavita, Santander, donde tiene que hacer un viaje de más de una hora para lograr ir a la escuela y a los entrenamientos. La Alcaldía colabora con los transportes de las integrantes del equipo, pero a Leidy le toca hacer un recorrido de una hora a pie para poder llegar hasta el lugar donde la recoge el bus. A pesar de los sacrificios esta joven deportista sueña con llegar muy alto. 

Aunque no es aficionada a ningún equipo, afirma que admira a James Rodríguez, su pasión por el fútbol ha sido alimentada por su constancia y dedicación, recoge hoy los frutos de este esfuerzo y es recompensada cumpliendo uno de sus grandes sueños, montar por primera vez en avión para venir a competir junto a su equipo.