Desde el municipio de Los Andes Sotomayor, en el departamento de Nariño, viene el equipo de Colombia de Fútbol Sala Masculino. Uno de sus jugadores más destacados es Johan Camilo Campaña, quien como su jugador favorito, James Rodríguez, porta en su camiseta el número 10.
Él se concentra en ayudar al equipo a conseguir el triunfo, tal como lo logró para clasificar a los XXII Juegos Sudamericanos Escolares. “Le metimos en los partidos y le metemos a los entrenamientos para triunfar”, afirma Johan Camilo, quien agrega que “este es un torneo muy duro, con rivales fuertes”.
Sabe que hay que trabajar duro para lograr los objetivos trazados, siguiendo el ejemplo de otro de sus ídolos, Cristiano Ronaldo. Su sueño es celebrar con sus compañeros una buena participación de su selección, además, estará pendiente de sus equipos del alma, Real Madrid, por su participación en el mundial de clubes, e Independiente Santa Fe, por la final del fútbol profesional colombiano.
Con la participación de 1.120 deportistas, en representación de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Paraguay, Uruguay, Surinam y Venezuela, terminaron este sábado, 17 de diciembre, las competencias de los XXII Juegos Sudamericanos Escolares 2016 en su edición número 22.
En el último día de competencias, en la piscina del Complejo Acuático de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot se refleja en todos los competidores un aire de inmensa felicidad y libertad, al haber pasado por la mayoría de las pruebas de natación en esta edición de los Juegos Sudamericanos Escolares.
Ésta es la historia de uno de los 200 voluntarios que se pone la camiseta azul oscura todos los días y viene a la Unidad Deportiva Atanasio Girardot a cumplir con sus labores como acompañante de la delegación de Argentina.
La delegación de Colombia mostró su supremacía, al ganar 28 pruebas e imponerse como la mejor en una de las nueve disciplinas deportivas que integraron la programación de los XXII Juegos Sudamericanos Escolares 2016, que terminaron esta tarde en Medellín, Colombia.
A 300 kilómetros de la ciudad de Asunción, cerca de la frontera con Argentina, se ubica Pilar, el lugar que gestó el equipo de fútbol sala femenino que representa a Paraguay en los XXII Juegos Sudamericanos Escolares.